Para controlar la temperatura en un reactor, se emplean varios mecanismos y componentes para garantizar que la reacción química progrese de forma eficaz y segura. Los métodos principales incluyen el uso de sensores de temperatura, termopares y diversos medios de transferencia de calor, junto con una cuidadosa supervisión y ajuste del entorno del reactor.
Sensores de temperatura y termopares:
Los sensores de temperatura, como largas varillas metálicas, se insertan en el reactor para controlar la temperatura directamente dentro de la mezcla de reacción. Estos sensores están conectados a un dispositivo de control de temperatura que regula la entrada de calor de los calentadores externos. Los termopares se colocan estratégicamente en puntos críticos como las entradas y salidas de fluido frío y caliente al recipiente y a la bobina de calentamiento, proporcionando lecturas de temperatura precisas que ayudan a mantener un entorno de reacción estable.Medios de transferencia de calor:
La elección del medio de transferencia de calor depende de la temperatura de reacción requerida. Para temperaturas bajas, se utiliza un baño de etanol helado; para temperatura ambiente, un baño de agua; y para temperaturas altas, un baño de aceite. La viscosidad del medio es crucial, ya que afecta a la circulación y a la eficacia de la transferencia de calor. Si la viscosidad es demasiado alta, puede impedir el movimiento de la bomba de circulación, lo que provocaría un control deficiente de la temperatura.
Diseño y funcionamiento del reactor:
Los diseños de reactores modernos suelen incluir sistemas automatizados para la regulación de la temperatura, lo que facilita y hace más preciso el proceso. Los reactores agitados, equipados con agitadores de velocidad variable y deflectores, ayudan a mantener una temperatura uniforme al garantizar un movimiento constante del contenido. Los reactores encamisados pueden controlarse por lotes, ya sea llenándolos hasta el punto de desbordamiento o suministrando continuamente agua fría a la sección de base. Las conexiones rápidas de líquido caliente y frío son esenciales para un intercambio térmico eficaz entre la camisa y la batería de calentamiento interna.Prevención del choque térmico:
Para evitar daños en el reactor por choque térmico, es importante minimizar la diferencia de temperatura entre la camisa y el contenido del reactor. Se recomienda un delta máximo de 50K. Además, cuando se añaden nuevos materiales al reactor, deben precalentarse o enfriarse para que coincidan con la temperatura del reactor, a fin de evitar fluctuaciones bruscas de temperatura que podrían provocar un choque térmico.
Control y ajuste: