El horno tubular de laboratorio es un dispositivo eléctrico utilizado para sintetizar y purificar compuestos inorgánicos y orgánicos. Tiene una cavidad cilíndrica rodeada de bobinas de calentamiento en una matriz térmicamente aislante.
La temperatura se controla y regula con un termopar y un controlador digital. Algunos modelos tienen varias zonas de calentamiento y una interfaz RS-232 para programar funciones específicas.
Con elementos calefactores hechos de materiales como MoSi2, estos hornos pueden funcionar hasta 1800 °C, lo que permite aplicaciones avanzadas. Los materiales de los tubos varían según la corrosividad de los reactivos y pueden incluir alúmina, Pyrex, cuarzo fundido, molibdeno o tungsteno.