Las incubadoras se calientan principalmente mediante elementos eléctricos controlados que mantienen una temperatura constante dentro de la cámara. El intervalo de temperatura de las incubadoras suele oscilar entre 15 °C por encima de la temperatura ambiente y 70 °C, en función de los requisitos específicos de la aplicación.
Mecanismo de calentamiento:
Las incubadoras utilizan elementos calefactores eléctricos para generar calor. Estos elementos están diseñados para calentarse rápida y eficientemente, asegurando que la temperatura interna de la incubadora pueda mantenerse al nivel deseado. Los elementos calefactores están controlados por un termostato, que supervisa la temperatura en el interior de la incubadora y ajusta la salida de calor en consecuencia para mantener la temperatura establecida.Control de la temperatura:
El termostato de una incubadora es un componente crítico que asegura un control preciso de la temperatura. Funciona detectando la temperatura dentro de la cámara y comparándola con el punto de ajuste. Si la temperatura desciende por debajo del punto de consigna, el termostato envía una señal a los elementos calefactores para que produzcan más calor. A la inversa, si la temperatura supera el punto de consigna, el termostato reduce o apaga el calor para evitar el sobrecalentamiento. Este control preciso es esencial para el crecimiento y mantenimiento de células y microorganismos, que a menudo requieren condiciones de temperatura muy específicas.
Ajustabilidad y alcance:
Las incubadoras ofrecen una amplia gama de ajustes de temperatura, que pueden ajustarse en función de las necesidades de las muestras que se están incubando. Por ejemplo, las células de mamíferos suelen requerir una temperatura de 37 °C, mientras que el crecimiento bacteriano puede producirse a temperaturas de hasta 70 °C. La capacidad de ajustar la temperatura dentro de estos rangos permite la incubación de una variedad de muestras biológicas en condiciones óptimas.Control medioambiental:
Además del control de la temperatura, las incubadoras modernas suelen incluir funciones para controlar otros factores ambientales como los niveles de CO2, los niveles de O2 y la humedad. Estos controles son cruciales para mantener las condiciones ideales para el crecimiento celular y pueden ajustarse en función de los requisitos específicos del experimento o la aplicación.