Los efectos tóxicos de los nanotubos de carbono (CNT) se derivan principalmente de su pequeño tamaño y su estructura única, que pueden provocar riesgos potenciales para la salud cuando se inhalan o ingieren. Debido a sus dimensiones nanométricas, los CNT pueden penetrar profundamente en los pulmones y provocar inflamaciones pulmonares, granulomas y fibrosis similares a las del amianto. Además, su capacidad para atravesar las barreras biológicas suscita preocupación por la toxicidad sistémica y la genotoxicidad potencial.
Efectos pulmonares:
Los CNT, cuando se inhalan, pueden alcanzar los alvéolos pulmonares debido a su pequeño tamaño. Aquí, pueden causar inflamación local y provocar la formación de granulomas, que son pequeñas aglomeraciones de células inmunitarias. La exposición prolongada o las concentraciones elevadas de CNT pueden exacerbar esta inflamación y provocar fibrosis pulmonar, una afección en la que el tejido pulmonar se vuelve cicatrizado y rígido, lo que afecta a la función pulmonar.Toxicidad sistémica:
Una vez dentro del cuerpo, los CNT pueden ser transportados a otros órganos a través del torrente sanguíneo. Esta distribución sistémica puede provocar efectos adversos en diversos órganos, como el hígado, el bazo y los riñones. Los mecanismos exactos de la toxicidad sistémica no se conocen del todo, pero se cree que implican estrés oxidativo e inflamación.
Genotoxicidad:
También preocupa la posible genotoxicidad de los CNT, es decir, su capacidad para dañar el ADN. Esto podría provocar mutaciones y aumentar el riesgo de cáncer. Sin embargo, las pruebas de genotoxicidad no son tan claras como en el caso de otras formas de toxicidad, y se necesita más investigación para comprender plenamente este aspecto.
Cruzar barreras biológicas: