El bioaceite, también conocido como aceite de pirólisis, es un producto líquido derivado de la pirólisis de la biomasa, que es el proceso de calentamiento de la biomasa en ausencia de oxígeno. Caracterizado por su alto contenido en agua y oxígeno y su menor poder calorífico en comparación con los fuelóleos convencionales, el bioaceite es una mezcla compleja de compuestos orgánicos oxigenados. Sus aplicaciones abarcan desde el uso directo como combustible para calderas hasta posibles mejoras para su uso en combustibles para el transporte.
Composición y propiedades:
El bioaceite suele ser de color oscuro, entre marrón y negro, con una densidad de aproximadamente 1,2 kg/litro. Contiene una cantidad significativa de agua, normalmente entre el 14 y el 33% en peso, que es difícil de eliminar mediante los métodos convencionales de destilación y que puede provocar la separación de fases a mayores contenidos de agua. El alto contenido de agua contribuye a su menor poder calorífico, que oscila entre 15-22 MJ/kg, significativamente inferior al de los fuelóleos convencionales (43-46 MJ/kg). Esta reducción del poder calorífico se debe principalmente a la presencia de compuestos oxigenados en el bioaceite.Características físicas y químicas:
El bio-oil tiene un alto contenido en oxígeno, típicamente entre el 35-50%, lo que se traduce en una elevada acidez, con niveles de pH tan bajos como 2. También se caracteriza por su viscosidad, que puede oscilar entre 20 y 1000 centipoise a 40°C, y sus elevados residuos sólidos, que pueden alcanzar hasta el 40%. Estas propiedades hacen que el bioaceite sea oxidativamente inestable, propenso a la polimerización, aglomeración y reacciones oxidativas que pueden aumentar su viscosidad y volatilidad.
Aplicaciones y potencial:
El bioaceite puede utilizarse directamente en turbinas y motores de generación de energía eléctrica o en calderas para la generación de calor. También tiene potencial como materia prima química y puede mejorarse para utilizarlo como combustible renovable para el transporte. Sin embargo, la complejidad de su composición lo hace térmicamente inestable y difícil de destilar o refinar, por lo que es necesario seguir investigando para mejorar su calidad y estabilidad.
Consideraciones medioambientales y económicas: