Un reactor de pirólisis se calienta mediante varios métodos, que implican principalmente mecanismos de intercambio de calor directo o indirecto. El intercambio de calor directo se consigue utilizando un portador de calor sólido o una corriente de gas caliente, a menudo calentada por la combustión del residuo de carbón sólido. Alternativamente, la combustión parcial dentro del reactor mediante la adición controlada de aire también puede suministrar calor. El intercambio de calor indirecto se produce a través de la pared del reactor o de tubos/placas internos, calentados por fuentes como gases calientes, líquidos o electricidad.
Intercambio de calor directo:
En el intercambio directo de calor, el reactor utiliza un portador de calor sólido o una corriente de gas caliente para transferir calor directamente a las partículas de biomasa. La corriente de gas caliente se utiliza normalmente para la fluidización, asegurando una mezcla y una transferencia de calor eficientes. El portador de calor o gas se calienta mediante la combustión del residuo de carbón, un subproducto de la pirólisis, lo que garantiza un suministro continuo de calor. Este método también puede implicar la combustión parcial de biomasa dentro del reactor mediante la introducción de cantidades controladas de aire, lo que, aunque se desvía de la definición estricta de pirólisis, consigue resultados similares en los productos.Intercambio indirecto de calor:
El intercambio indirecto de calor consiste en calentar la pared del reactor o componentes internos como tubos o placas, que luego transfieren calor a la biomasa. Puede alimentarse con diversas fuentes de calor, como gases calientes, líquidos o electricidad. Este método es especialmente útil para mantener un control preciso de la temperatura y es menos propenso a los efectos directos de la combustión que se observan en los métodos de intercambio directo de calor.
Lechos fluidizados:
Los lechos fluidizados son una tecnología común utilizada en los reactores de pirólisis, ya que ofrecen una transferencia de calor eficiente debido a la intensa mezcla. Pueden diseñarse como lechos fluidizados burbujeantes, que funcionan con una fluidización estacionaria, o lechos fluidizados circulantes, en los que el portador de calor se recircula en un bucle externo. Esta última configuración coloca el reactor de pirólisis en el elevador, y el carbón restante se quema en el lecho fluidizado, lo que garantiza un calentamiento continuo.
Reactor de pirólisis ablativo: