El cuarzo es químicamente resistente, como demuestran sus propiedades y aplicaciones en diversas industrias.
Resistencia química:
El cuarzo, en particular el cuarzo fundido, presenta un alto grado de pureza y resistencia química. Esta resistencia a la corrosión es un atributo clave que hace que el cuarzo sea valioso en aplicaciones industriales. Es impermeable a los gases y muy resistente a la corrosión, lo que significa que no reacciona fácilmente con la mayoría de los productos químicos. Esta inercia química permite utilizar el cuarzo en entornos en los que la exposición a sustancias corrosivas es habitual, como en laboratorios y procesos farmacéuticos.Resistencia al choque térmico:
El cuarzo también destaca por su alta resistencia al choque térmico. Los tubos de cuarzo importados, por ejemplo, pueden soportar cambios de temperatura de 1000 grados centígrados a temperatura ambiente sin romperse. Esta propiedad se debe a su coeficiente de expansión térmica extremadamente bajo, lo que significa que no se expande ni contrae mucho con los cambios de temperatura. Esto hace que el cuarzo sea ideal para aplicaciones que implican cambios rápidos de temperatura, como en la fabricación de semiconductores y equipos de laboratorio.
Propiedades eléctricas:
Mientras que el vidrio es conocido por sus propiedades aislantes, el cuarzo es un excelente conductor de la electricidad. Esto hace que el cuarzo sea adecuado para aplicaciones en las que se requiere conductividad eléctrica, como la fabricación de circuitos integrados y láseres. Sin embargo, también tiene una alta rigidez dieléctrica, lo que significa que puede soportar altos voltajes sin ruptura eléctrica, haciéndolo útil como aislante en ciertas aplicaciones.Propiedades ópticas:
El cuarzo tiene una gran transparencia desde el rango espectral violeta al infrarrojo, lo que lo hace valioso en óptica y calibres. Sus propiedades de transmisión óptica son de primer orden, lo que permite utilizarlo en diversos instrumentos ópticos y lámparas UV para el tratamiento del agua.