Un reactor de vidrio encamisado es un tipo de recipiente de reacción que cuenta con una camisa de vidrio que rodea la cámara principal, diseñada para facilitar un control preciso de la temperatura durante los procesos químicos o físicos. Este diseño sustituye al tradicional baño de aceite térmico, ofreciendo una mayor seguridad y eficacia operativa.
Diseño y funcionalidad:
El reactor consta de dos cámaras principales: la cámara interior, donde se produce la reacción, y la cámara encamisada que la rodea. La cámara encamisada suele ser de doble pared, con material aislante como borosilicato, acero inoxidable o PTFE entre las paredes. Este diseño permite la circulación de medios de calentamiento o enfriamiento (como agua o vapor) en la cámara encamisada, que transfiere calor a través de la pared de cristal a la cámara interior. Esta configuración garantiza un intercambio de calor uniforme y una regulación precisa de la temperatura, lo que resulta crucial para diversas reacciones químicas.Características de seguridad:
Una de las principales características de seguridad de los reactores de vidrio encamisado es la ausencia de válvula en la salida de la camisa. Esta elección de diseño evita el cierre accidental de la válvula, que podría provocar una peligrosa acumulación de presión dentro de la camisa. En su lugar, el flujo del medio calefactor se controla y supervisa mediante válvulas situadas en la entrada, lo que garantiza un flujo constante y seguro del medio.
Ventajas operativas:
El reactor de vidrio encamisado ofrece varias ventajas operativas. Permite controlar con precisión el calentamiento, la evaporación, la refrigeración e incluso la mezcla a baja o alta velocidad, dependiendo de la configuración. Esta versatilidad lo hace adecuado para una amplia gama de aplicaciones, incluyendo la síntesis de nuevos materiales, reacciones homogéneas, extracción y procesos de purificación.
Aplicaciones: