El espesor de las películas finas se mide mediante diversas técnicas, cada una de ellas adaptada a materiales y requisitos diferentes. La elección del método depende de factores como la transparencia del material, la precisión requerida y las propiedades específicas de interés.
Métodos mecánicos:
- Perfilometría de palpador: Este método consiste en pasar físicamente un estilete por la superficie de la película para medir la diferencia de altura entre la película y el sustrato. Requiere la presencia de una ranura o escalón, que suele crearse enmascarando o grabando partes del sustrato. El espesor se calcula a partir del perfil medido.
- Interferometría: Esta técnica utiliza la interferencia de ondas de luz para medir el espesor. Requiere una superficie altamente reflectante para generar franjas de interferencia. El espesor se determina analizando estas franjas. Al igual que la perfilometría de palpador, requiere un escalón o ranura y es sensible a la uniformidad de la película.
Métodos no destructivos y sin contacto:
- Elipsometría: Este método mide el cambio de polarización de la luz tras interactuar con la película. Puede determinar el espesor y las propiedades ópticas (índice de refracción y coeficiente de extinción) de películas finas. La elipsometría es especialmente útil para películas de hasta 1000Å de espesor, pero se enfrenta a problemas con sustratos transparentes, donde puede requerir una preparación destructiva para obtener mediciones precisas.
Selección de la técnica de medición:
La elección de la técnica depende de las propiedades del material y de la información específica que se necesite. En el caso de los materiales transparentes, puede ser preferible realizar mediciones de transmisión, mientras que en los sustratos opacos puede ser necesario realizar mediciones de reflexión. El índice de refracción, la rugosidad de la superficie, la densidad y las propiedades estructurales también pueden influir en la elección del método.
En resumen, para medir el espesor de una película fina hay que seleccionar la técnica adecuada en función de las propiedades del material y de los requisitos específicos de la aplicación. Los métodos mecánicos, como la perfilometría de palpador y la interferometría, requieren contacto físico o alteración de la muestra, mientras que los métodos sin contacto, como la elipsometría, ofrecen más versatilidad pero pueden requerir consideraciones especiales para determinados materiales.