El principio de funcionamiento de una granuladora consiste en la aglomeración de partículas sólidas finas para formar gránulos más grandes y cohesivos. Este proceso se consigue principalmente mediante dos métodos principales: la aglomeración húmeda y la compresión.
Aglomeración húmeda:
En la aglomeración húmeda, la cohesión de las partículas se facilita mediante la adición de un líquido aglutinante, normalmente agua o agentes químicos como aglutinantes orgánicos o lignosulfonatos. Este líquido ayuda a adherir las partículas finas. La acción mecánica de dispositivos como un disco granulador o una mezcladora granuladora es crucial en este proceso. Estas máquinas utilizan fuerzas de rotación o mezclado para reunir y dar forma a las partículas en gránulos sin aplicar compresión. A continuación, los gránulos formados suelen secarse para garantizar que mantengan su forma y evitar problemas como la formación de moho o apelmazamiento.Compresión:
En cambio, los métodos de compresión consisten en prensar la mezcla de partículas finas y aglutinantes a alta presión, normalmente con una máquina de prensado. Se trata de un proceso más directo, en el que las partículas se compactan para formar gránulos. La presión aplicada puede variar en función del tamaño y la resistencia deseados de los gránulos.
Preparación y preacondicionamiento:
Antes del proceso de peletización, la materia prima, que es el polvo fino que se va a peletizar, debe prepararse para cumplir criterios específicos como la distribución del tamaño de las partículas (PSD) y el contenido de humedad. Esta preparación puede incluir el secado o la trituración del material para garantizar que se encuentra dentro del rango óptimo para la granulación. El preacondicionamiento también es un paso crítico en el que el pienso en polvo se mezcla con el aglutinante líquido elegido y cualquier otro aditivo para garantizar una mezcla homogénea, facilitando una mejor formación y uniformidad del granulado.
Variabilidad del proceso: