Una prensa hidráulica puede generar un rango de presión de 1000 a 3000 psi. Los sistemas hidráulicos, en general, son capaces de aplicar presiones del orden de los 10.000 psi, frente a los aproximadamente 100 psi de los sistemas neumáticos. La fuerza de la prensa viene determinada por la presión creada por la bomba hidráulica y se expresa en toneladas. La bomba puede ser manual, neumática o eléctrica, según la aplicación y el tamaño de la prensa. La prensa funciona cuando la bomba crea una presión fija que obliga al cilindro de prensado a extenderse y entrar en contacto con el material, presionándolo con una fuerza determinada. Una vez eliminada la presión, el cilindro se retrae a su alojamiento. En operaciones de prensado a mayor escala, pueden utilizarse bombas eléctricas o neumáticas para reducir la necesidad de controlar manualmente la presión.