El bioaceite es un producto líquido derivado de la pirólisis de la biomasa, un proceso que consiste en calentar la biomasa en ausencia de oxígeno. Este líquido, también conocido como aceite de pirólisis, suele ser de color marrón oscuro o negro y tiene una densidad superior a 1 kg/litro. Contiene una cantidad significativa de agua (14-33% en peso) y compuestos oxigenados, que contribuyen a su menor poder calorífico en comparación con el fuelóleo convencional. El bio-oil es térmicamente inestable y difícil de destilar, por lo que no es apto para su uso directo en motores de combustión interna estándar sin procesamiento adicional. Sin embargo, puede convertirse en combustible renovable para el transporte o utilizarse como combustible para calderas.
Composición y propiedades del bioaceite:
El bioaceite es una mezcla compleja de compuestos orgánicos oxigenados, formados principalmente por la fragmentación y despolimerización de la celulosa, hemicelulosa y lignina durante la pirólisis rápida. El rápido calentamiento de la biomasa y el posterior enfriamiento rápido del vapor producido dan lugar a la formación de bioaceite. Su composición incluye diversos componentes orgánicos como ácidos, alcoholes, cetonas, furanos, fenoles, éteres, ésteres, azúcares, aldehídos, alquenos, compuestos nitrogenados y oxigenados. La presencia de estos compuestos, junto con moléculas reactivas y especies oligoméricas, contribuye a su inestabilidad térmica y a su bajo poder calorífico.Retos y aplicaciones:
La inestabilidad térmica y el alto contenido de agua del bioaceite hacen que sea difícil destilarlo o refinarlo sin procesos adicionales. Esta inestabilidad puede provocar su envejecimiento, caracterizado por un aumento de la viscosidad, la separación de fases y la formación de más agua, lo que complica aún más su uso como combustible. A pesar de estas dificultades, el bioaceite ofrece potencial como fuente de energía renovable debido a su mayor densidad en comparación con las materias primas de biomasa, lo que hace más rentable su transporte. Puede utilizarse como combustible para calderas o transformarse en combustibles renovables para el transporte, y su uso en co-combustión resulta especialmente atractivo por sus ventajas de manipulación y almacenamiento frente a los combustibles sólidos.
Beneficios medioambientales: