Los diamantes CVD, al igual que sus homólogos naturales, son extremadamente duraderos y no cambian de color con el tiempo. Mantienen sus propiedades indefinidamente, de forma similar a los diamantes naturales.
Durabilidad y longevidad:
Los diamantes CVD están diseñados para tener las mismas propiedades físicas, ópticas y químicas que los diamantes naturales. Esto significa que son tan resistentes y duraderos como los diamantes naturales. El proceso de creación de diamantes CVD implica la deposición de átomos de carbono de un gas sobre un sustrato, formando una capa de diamante. El resultado es un material química y estructuralmente idéntico a los diamantes extraídos de las minas. Como la composición y la estructura son las mismas, los diamantes CVD no se degradan ni cambian de color con el tiempo.Comparación con los diamantes naturales:
La durabilidad de los diamantes CVD es la misma que la de los diamantes naturales. Ambos tipos de diamantes están compuestos por átomos de carbono dispuestos en una estructura cristalina, que es una de las sustancias más duras que se conocen. Esta estructura cristalina confiere tanto a los diamantes CVD como a los naturales su excepcional durabilidad y resistencia al desgaste. Por lo tanto, los diamantes CVD pueden durar tanto como los diamantes naturales, potencialmente durante generaciones, sin ningún cambio perceptible en su aspecto o propiedades.
Avances científicos y tecnológicos: