Los crisoles se utilizan principalmente en laboratorios para calentar compuestos químicos a altas temperaturas y en procesos de fundición de metales.
Uso en laboratorio:
Los crisoles son esenciales en los laboratorios para contener y calentar compuestos químicos. Están hechos de materiales como porcelana, alúmina o metales que pueden soportar temperaturas extremas. Estos crisoles se presentan en varios tamaños y formas, con tapas que suelen ser holgadas para permitir la salida de gases durante el calentamiento. Los crisoles de porcelana pequeños, de unos 10 a 15 ml, se utilizan habitualmente para el análisis químico gravimétrico. La resistencia a altas temperaturas de estos crisoles permite utilizarlos en análisis químicos cuantitativos precisos, en los que podrían desecharse tras un solo uso debido al riesgo de contaminación.Fundición de metales y uso industrial: