El tamaño de la muestra para el análisis XRF (fluorescencia de rayos X) suele implicar la preparación de una superficie de muestra de 32 mm o 40 mm de diámetro. Se prefiere este tamaño para garantizar un área suficiente para mediciones precisas. Los métodos de preparación varían en función del tipo de muestra: las muestras sólidas requieren una superficie plana y limpia, mientras que las muestras en polvo y líquidas pueden necesitar tratamientos diferentes para garantizar la homogeneidad y la precisión del análisis.
Muestras sólidas:
Para las muestras sólidas, el requisito principal es una superficie plana y limpia para la medición. Esto es crucial porque la técnica XRF se basa en la interacción de los rayos X con la superficie de la muestra. El tamaño de la muestra suele estandarizarse a 32 mm o 40 mm para ajustarse al equipo de análisis, garantizando que los rayos X puedan interactuar uniformemente con el material. La preparación de muestras sólidas implica asegurarse de que la superficie esté libre de contaminantes e irregularidades que pudieran interferir con las mediciones de rayos X.Muestras en polvo y líquidos:
Las muestras en polvo, como suelos, minerales y autocatalizadores, a menudo requieren ser molidas a un tamaño de partícula fino (<75 µm) para asegurar la homogeneidad. Esto es importante porque el análisis XRF es sensible a las variaciones en la composición de la muestra. En el caso de los líquidos, la preparación puede implicar la filtración para eliminar cualquier sólido en suspensión que pudiera afectar al análisis. En algunos casos, las muestras en polvo se mezclan con un fundente y se calientan a altas temperaturas para crear perlas fundidas, que proporcionan una muestra más homogénea para el análisis. Sin embargo, este método puede diluir los oligoelementos, afectando potencialmente a la detección de constituyentes menores.
Equipo de preparación de muestras: