El grosor del revestimiento es crucial porque afecta directamente a la durabilidad, funcionalidad y longevidad del producto revestido. Un revestimiento más grueso suele proteger mejor contra el desgaste y la corrosión, mientras que un revestimiento más fino puede ser suficiente para aplicaciones menos exigentes. La elección del espesor del revestimiento también depende de las propiedades del sustrato y de las condiciones ambientales específicas a las que se enfrentará el producto.
Durabilidad y resistencia al desgaste:
El grosor de un revestimiento influye significativamente en su durabilidad. Los revestimientos más gruesos, normalmente superiores a 1μm, son más resistentes al desgaste y pueden soportar condiciones más duras. Por ejemplo, los productos expuestos al desportillado o a altos niveles de abrasión requieren sustratos más duros y revestimientos más gruesos para evitar que el revestimiento alcance su punto de fractura bajo presión localizada. Por el contrario, para aplicaciones decorativas con un desgaste de leve a moderado, los revestimientos más finos (de 0,2 a 0,5μm) pueden durar muchos años sin sufrir un desgaste significativo.Protección contra la corrosión:
El espesor del revestimiento también es vital para la protección contra la corrosión. La industria suele medirlo mediante ensayos de niebla salina neutra o ensayos CASS. Por ejemplo, los revestimientos de nitruro de circonio (ZrN) han demostrado una excelente resistencia, durando más de 1200 horas en pruebas de niebla salina neutra. Una capa de revestimiento más gruesa puede proporcionar mejores propiedades de barrera contra los elementos corrosivos, aumentando la vida útil del producto y reduciendo los costes de mantenimiento.
Funcionalidad y especificidad de la aplicación:
Los revestimientos de película fina, a pesar de su mínimo grosor, pueden alterar significativamente la funcionalidad de un producto. Pueden crear superficies reflectantes, proteger contra la luz, aumentar la conducción o el aislamiento y desarrollar filtros. El grosor de estas películas, que puede oscilar entre varios micrómetros y fracciones de nanómetro, debe controlarse con precisión para conseguir el efecto deseado. Por ejemplo, una fina capa de aluminio sobre vidrio crea un espejo gracias a sus propiedades reflectantes.
Eficiencia económica y material: