La mejora del biopetróleo implica métodos físicos y químicos para resolver problemas como el alto contenido de ácido, el alto contenido de agua y la inestabilidad. Los tratamientos físicos incluyen la filtración, la emulsificación y el fraccionamiento, mientras que los tratamientos químicos incluyen la esterificación, la desoxigenación/hidrogenación catalítica, el craqueo térmico, la extracción física y la producción/gasificación de gas de síntesis.
Tratamientos físicos:
- Filtración: Este proceso se utiliza para eliminar la carbonilla, un residuo sólido que puede ser problemático en el bioaceite. Al filtrar la carbonilla, se mejora la calidad y la utilidad del bioaceite.
- Emulsificación: Esta técnica consiste en mezclar hidrocarburos para aumentar la estabilidad del bioaceite, evitando su separación y mejorando su consistencia general.
- Fraccionamiento: Este proceso separa el bioaceite en diferentes fracciones en función de sus puntos de ebullición. Suele realizarse después de tratamientos químicos para refinar aún más el aceite y hacerlo más adecuado para aplicaciones específicas.
Tratamientos químicos:
- Esterificación: Esta reacción química implica el uso de alcohol para convertir los ácidos carboxílicos del bioaceite en ésteres. Este proceso reduce la naturaleza corrosiva del aceite y es un paso habitual en la producción de biodiésel.
- Desoxigenación/hidrogenación catalítica: Estos procesos son cruciales para eliminar el oxígeno y los dobles enlaces del bioaceite, lo que mejora su estabilidad y reduce sus propiedades corrosivas. La hidrogenación añade hidrógeno al aceite, haciéndolo más parecido a los combustibles convencionales derivados del petróleo.
- Craqueo térmico: Este método descompone las moléculas más grandes en componentes más pequeños y volátiles, lo que puede mejorar las propiedades de combustible del bio-oil y hacerlo más compatible con los sistemas de combustible existentes.
- Extracción física: Consiste en el uso de disolventes para extraer componentes específicos del biopetróleo, lo que permite aislar compuestos valiosos o eliminar elementos no deseados.
- Producción de gas de síntesis/gasificación: Este proceso convierte el bioaceite en syngas (una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno), que puede utilizarse para producir diversos combustibles, incluido el biodiésel.
En conjunto, estos métodos pretenden transformar el biopetróleo en un combustible más estable, menos corrosivo y más versátil que pueda utilizarse en diversas aplicaciones, como el transporte y la calefacción. La integración de tratamientos físicos y químicos garantiza que el bioaceite pueda mejorarse eficazmente para cumplir los estrictos requisitos de las normas modernas sobre combustibles.
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