Los diamantes CVD son diamantes reales, con las mismas propiedades físicas, químicas y ópticas que los diamantes naturales. Se crean mediante un proceso denominado Deposición Química de Vapores (CVD), que imita el proceso natural de formación del diamante. Los diamantes CVD son a menudo de mayor calidad que los diamantes naturales, ya que se producen en condiciones controladas, lo que garantiza la precisión y la coherencia en su creación.
Propiedades físicas y químicas:
Los diamantes CVD presentan las mismas propiedades físicas y químicas que los diamantes naturales. Están compuestos de carbono puro y tienen una estructura cristalina idéntica a la de los diamantes extraídos. Esto significa que comparten la misma dureza, conductividad térmica y propiedades ópticas, haciéndolos indistinguibles en términos de funcionalidad y apariencia.Calidad y pureza:
Los diamantes CVD suelen ser de tipo IIa, una categoría de diamantes conocida por su excepcional pureza. Este tipo de diamante contiene muy pocas impurezas, si es que contiene alguna, lo cual es una característica que suele encontrarse en los diamantes naturales de alta calidad. El entorno controlado en el que se cultivan los diamantes CVD permite la producción de piedras que están libres de muchas de las imperfecciones que se encuentran comúnmente en los diamantes naturales.
Aplicaciones:
Más allá de su uso en joyería, los diamantes CVD tienen una amplia gama de aplicaciones debido a sus excepcionales propiedades materiales. Se utilizan en electrónica de alta potencia, detección de radiaciones, tratamiento de aguas y diagnóstico médico, entre otros campos. Esta versatilidad es un testimonio de su condición de diamante real y de sus cualidades superiores.
Identificación y clasificación: