El calor afecta al tungsteno, pero de una forma que lo hace especialmente valioso para aplicaciones de alta temperatura. El tungsteno tiene un punto de fusión extremadamente alto, lo que le permite mantener su integridad estructural y funcionalidad a temperaturas a las que otros materiales fallarían. Esta propiedad es crucial en aplicaciones como los dispositivos electrónicos de vacío (VED), los hornos de moldeo por inyección de metal (MIM) y los electrodos de soldadura.
Alto punto de fusión y resistencia al calor:
El punto de fusión del tungsteno es de aproximadamente 3422°C (6192°F), uno de los más altos entre todos los metales. Esta extrema resistencia al calor hace que el tungsteno sea indispensable en dispositivos electrónicos de vacío como los tubos de ondas viajeras (TWT), magnetrones y klystrons. Estos dispositivos requieren materiales capaces de soportar altas densidades de potencia y frecuencias, que el tungsteno puede soportar sin fundirse ni degradarse. Esta propiedad también hace que el tungsteno sea esencial en diversas aplicaciones de alta temperatura, desde las comunicaciones por satélite hasta los sistemas de control del tráfico aéreo.Baja presión de vapor:
A altas temperaturas, el tungsteno presenta una baja presión de vapor, lo que resulta beneficioso en los hornos MIM que funcionan en una atmósfera de hidrógeno. Este entorno permite que los hornos alcancen temperaturas muy altas sin que el tungsteno libere oxígeno, carbono, humedad u otros contaminantes. Esta característica garantiza que el tungsteno permanezca estable y no contribuya a la formación de impurezas en el horno, lo que es fundamental para mantener la integridad de los materiales que se procesan.
Retención de la forma:
El wolframio conserva su forma a altas temperaturas, lo que lo convierte en un material ideal para los electrodos de soldadura. Se procesa prensando el polvo de tungsteno en diversas formas y sinterizándolo a continuación a temperaturas de entre 2000 y 2500°C. Este proceso aumenta la densidad y la resistencia del producto acabado, garantizando que se mantenga estructuralmente sólido incluso bajo un calor intenso.Desafíos del calor y la fabricación:
Aunque la resistencia al calor del tungsteno es una ventaja significativa, también presenta desafíos. El tungsteno puro es difícil de mecanizar y se vuelve quebradizo a bajas temperaturas. La temperatura de transición de dúctil a quebradizo del tungsteno suele ser superior a la temperatura ambiente, lo que lo hace quebradizo y difícil de trabajar en los entornos de fabricación habituales. Sin embargo, el alambre de tungsteno se beneficia de la adición de calor durante la fabricación, lo que mejora su conformabilidad.