Las joyas PVD no se deslustran. Esto se debe a las propiedades únicas del recubrimiento PVD (Physical Vapor Deposition), que forma un enlace atómico con el material base, creando una capa altamente duradera que resiste la decoloración, los arañazos y el deslustre.
Durabilidad del revestimiento PVD:
El revestimiento PVD es mucho más duradero que los métodos de revestimiento tradicionales, como la galvanoplastia. El enlace atómico que se forma durante el proceso de PVD garantiza que el revestimiento se adhiera firmemente al material base, lo que significa que la joya puede conservar su belleza y brillo durante mucho tiempo. Esta durabilidad se ve reforzada por la dureza superior de los revestimientos de PVD, sólo superada por la del diamante, lo que los hace muy resistentes al desgaste.Resistencia al deslustre y la corrosión:
Los revestimientos de PVD están diseñados para ser muy resistentes al deslustre y la corrosión. Esta resistencia les permite mantener sus acabados decorativos y colores vibrantes sin decolorarse. Por ejemplo, los revestimientos de oro o platino en PVD para relojes ofrecen una excelente resistencia a arañazos y rozaduras, que son causas comunes de desgaste en procesos de chapado menos resistentes.
Aplicación y longevidad:
El proceso PVD consiste en evaporar la sustancia de revestimiento y bombardearla sobre la superficie del objeto. Los vapores se adhieren a la superficie a nivel molecular o atómico, creando una capa gruesa que aumenta la resistencia a la corrosión. Esta capa no sólo aumenta la durabilidad y vida útil de la joya, sino que también la hace más resistente a la corrosión. Las joyas con revestimiento de PVD pueden durar más de tres años con el uso diario, bastante más que las joyas con revestimiento electrolítico, que suelen durar sólo un año en condiciones similares.
Seguridad e impacto medioambiental: