Para eliminar el calor de un biorreactor, se emplea un sistema de refrigeración para mantener la temperatura deseada dentro del reactor. Esto se consigue normalmente mediante el uso de camisas o tuberías de refrigeración, que facilitan la transferencia de calor del contenido del reactor al entorno circundante.
Camisas y tuberías de refrigeración:
Las camisas de refrigeración son capas externas que rodean la vasija del reactor. Contienen un fluido de transferencia de calor que circula a través de ellas. Cuando el reactor genera calor debido a reacciones químicas o agitación mecánica, este calor se transfiere al fluido de la camisa. A continuación, el fluido calentado se retira y se sustituye por fluido más frío, eliminando eficazmente el calor del reactor. Este proceso es continuo, lo que garantiza que el reactor se mantenga a la temperatura óptima.Tuberías de refrigeración:
Al igual que las camisas de refrigeración, las tuberías de refrigeración están integradas en el diseño del reactor. Permiten la circulación de fluidos refrigerantes directamente a través del reactor, proporcionando un efecto refrigerante más localizado. Este método puede ser especialmente eficaz en reactores discontinuos en los que es necesario un control preciso de la temperatura.
Refrigeración superrápida:
En algunos sistemas avanzados, se utiliza el enfriamiento superrápido para acelerar el proceso de enfriamiento. Este método implica el uso de ventiladores para aumentar la circulación de aire dentro de la cámara del reactor. El aumento del flujo de aire ayuda a transferir el calor del contenido del reactor a las paredes frías de la cámara más rápidamente, mejorando así la eficacia de la refrigeración hasta en un 90%.Eliminación eficaz del aire y la humedad:
En el caso de las cargas no líquidas, es fundamental eliminar eficazmente el aire y la humedad. Esto se consigue normalmente utilizando una bomba de vacío, que elimina las bolsas de aire y la humedad de la cámara del reactor. Esto no sólo ayuda a mantener la calidad de la reacción, sino que también contribuye a una transferencia de calor más eficaz al reducir los efectos aislantes de las bolsas de aire.
Precauciones a temperaturas extremas:
Es importante vigilar y controlar la presión dentro del reactor, especialmente cuando se opera a temperaturas extremas. La sobrepresurización puede ser peligrosa y dañar el reactor. Ajustes tales como el uso de un bypass o el ajuste de la configuración del motor de la bomba pueden ayudar en la gestión de la presión del fluido de transferencia de calor en la camisa, garantizando la seguridad y un rendimiento óptimo.
Mantenimiento y limpieza: