En efecto, el wolframio se utiliza en elementos calefactores, sobre todo para aplicaciones de alta temperatura, debido a sus excepcionales propiedades térmicas. El tungsteno tiene el punto de fusión más alto de todos los metales puros, a 3422°C, lo que le permite funcionar a temperaturas de hasta 2800°C, haciéndolo ideal para procesos especializados de tratamiento térmico y metalización al vacío.
Uso en elementos calefactores:
Los elementos calefactores de tungsteno se utilizan en diversas aplicaciones, incluidos los procesos generales de tratamiento térmico como el endurecimiento y la soldadura fuerte, así como en procesos especializados a temperaturas más elevadas. El alto punto de fusión y la buena estabilidad mecánica y térmica del tungsteno lo hacen adecuado para su uso en condiciones extremas en las que otros materiales fallarían. Por ejemplo, los calentadores de alambre de tungsteno se utilizan en la metalización al vacío para aluminizar, cromar y crear espejos y artículos decorativos.Condiciones de funcionamiento:
Los elementos calefactores de tungsteno deben funcionar en condiciones específicas para evitar la oxidación y la fragilización. Son sensibles al oxígeno y no deben exponerse al aire a temperaturas elevadas. El tungsteno se oxida en el aire a partir de unos 500°C y rápidamente por encima de 1200°C. Por lo tanto, se suele utilizar en vacío o en atmósferas controladas. A una presión inferior a 10-2 torr, el tungsteno puede utilizarse hasta 2000°C, y a menos de 10-4 torr, puede resistir la evaporación hasta aproximadamente 2400°C.
Diseño y control:
Para optimizar el rendimiento y la longevidad de los elementos calefactores de tungsteno, a menudo se diseñan con un sistema de control de temperatura de rampa. Este sistema limita la potencia aplicada durante las condiciones de arranque en frío, evitando el sobrecalentamiento y la posterior fragilización del material.
Comparación con otros materiales: