El método de molienda más eficaz para muestras pequeñas, sobre todo las sensibles a los cambios de temperatura o muy elásticas, es la molienda criogénica. Este método implica el uso de coadyuvantes de molienda como el hielo seco o el nitrógeno líquido para fragilizar la muestra, facilitando su rotura en partículas más pequeñas sin alterar sus propiedades químicas o físicas.
Molienda criogénica:
La molienda criogénica es especialmente eficaz para muestras sensibles incluso a ligeros aumentos de temperatura. Utilizando hielo seco (-78 °C) o nitrógeno líquido (-196 °C), la muestra se enfría hasta un punto en el que se vuelve quebradiza y puede molerse más fácilmente sin riesgo de deformación o alteración de sus propiedades. Este método también es beneficioso para preservar los componentes volátiles de la muestra que, de otro modo, podrían perderse durante los procesos de trituración convencionales.Equipo y consideraciones:
Al elegir el equipo para la molienda criogénica, es importante seleccionar un molino que sea capaz de manejar las bajas temperaturas implicadas. Además, la elección del medio de molienda (como acero, carburo de tungsteno o cerámica) debe considerarse cuidadosamente para evitar la contaminación de la muestra con elementos no deseados. El carburo de wolframio suele ser la opción preferida debido a su dureza y al hecho de que el wolframio no suele ser un elemento clave en la mayoría de los análisis.
Parámetros de molienda:
La eficacia de la molienda criogénica también depende del ajuste de los parámetros de molienda, como el tiempo de molienda, la velocidad, el tamaño de grano y el uso de fluido de molienda, si es necesario. Estos parámetros deben adaptarse a las características específicas de la muestra para garantizar unos resultados de molienda óptimos y mantener la integridad de la muestra para los análisis posteriores.
Ventajas sobre otros métodos: