La función de un horno secador en un laboratorio consiste principalmente en calentar, secar, endurecer o esterilizar materiales y piezas de equipos de laboratorio. Esto se consigue mediante el calentamiento por convección, que hace circular aire caliente uniformemente dentro del horno, facilitando el proceso de secado sin exposición directa al calor radiante. El diseño del horno incluye respiraderos que permiten la salida de la humedad, los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los humos, garantizando una deshidratación y un curado eficaces de las muestras.
Calentamiento y secado:
El horno secador calienta los materiales para eliminar la humedad, por lo que es adecuado para secar especímenes, hornear sustratos o curar muestras. El sistema de calentamiento por convección garantiza que el calor se distribuya uniformemente, lo que es crucial para obtener resultados uniformes. Este método de calentamiento es especialmente eficaz para materiales que requieren una cocción y deshidratación lentas a lo largo del tiempo.Endurecimiento y esterilización:
Además del secado, los hornos secadores también se utilizan para endurecer materiales que requieren tratamiento térmico, como la cerámica, los metales y el vidrio. Además, desempeñan un papel fundamental en la esterilización, donde son necesarias altas temperaturas para eliminar microorganismos. La capacidad de alcanzar temperaturas de hasta 250 °C o más las hace ideales para procesos de esterilización en laboratorios.
Seguridad y funcionamiento: