La vida útil de un molde de acero depende de varios factores, como el material que se procesa, las condiciones de moldeo y las prácticas de mantenimiento. En el caso de materiales como los descritos, que tienen efectos corrosivos sobre el metal y requieren controles de temperatura específicos, es necesario galvanizar el molde con cromo para una producción a largo plazo. Esto sugiere que, sin un tratamiento y mantenimiento adecuados, la vida útil del molde podría acortarse significativamente debido a la corrosión y la degradación por las altas temperaturas y los gases corrosivos.
Explicación detallada:
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Propiedades del material y condiciones de moldeo:
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El material descrito es un termoplástico cristalino con baja absorción de humedad, adecuado para moldeo por inyección y extrusión. Sin embargo, tiene poca fluidez, es propenso a la descomposición y produce gases corrosivos cuando se calienta por encima de 475 grados. Esto hace necesario un estricto control de la temperatura durante el moldeo, calentando el molde a 150-200 grados para facilitar el proceso. La naturaleza corrosiva del material fundido obliga a galvanizar el molde con cromo para evitar su degradación, lo que es crucial para mantener la integridad y longevidad del molde.Producción y mantenimiento de moldes:
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El proceso de creación de un molde para fundición implica encerar un patrón, invertirlo en un anillo de fundición y calentarlo para quemar la cera o la resina, lo que da como resultado un molde refractario. Este molde es de un solo uso y se destruye al desvestirlo. En el caso de los moldes reutilizables, como los utilizados en el moldeo por inyección, el mantenimiento es más complejo. La inspección y reparación periódicas del cromado, así como asegurarse de que el molde no se expone a temperaturas superiores a su tolerancia, son esenciales para prolongar su vida útil.
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Tratamientos posteriores al moldeo:
Tras el proceso de moldeo, las piezas pueden someterse a procesos de alivio de tensiones, endurecimiento por precipitación o sinterización, en función del material y la aplicación. Estos procesos pueden afectar indirectamente al molde al requerir un control preciso de las temperaturas y atmósferas, lo que a su vez afecta a las condiciones en las que debe funcionar el molde. Por ejemplo, el alivio de tensiones requiere calentar las piezas a una temperatura específica y enfriarlas en aire en calma, lo que debe hacerse sin causar tensiones indebidas ni dañar el molde.
Consideraciones económicas y operativas: