Existen dos tipos principales de tamices de ensayo: tamices de ensayo en seco y tamices de ensayo de lavado en húmedo.
Tamices de ensayo en seco se utilizan cuando las partículas que se tamizan fluyen libremente y pueden pasar fácilmente a través de las aberturas del tamiz con una simple agitación mecánica como sacudidas o golpecitos. Estos tamices son ideales para materiales que no requieren asistencia adicional para separarse o pasar a través de la malla.
Tamices de ensayo de lavado en húmedo están diseñados para situaciones en las que las partículas necesitan ayuda adicional para pasar a través de las aberturas del tamiz. Esta ayuda suele venir en forma de agua, que se añade a la muestra para facilitar la separación de las partículas. Este tipo de tamiz es especialmente útil para materiales que tienden a aglomerarse o pegarse, lo que dificulta su paso a través del tamiz sin la ayuda de un medio líquido.
Ambos tipos de tamices son cruciales en diversas industrias para el análisis del tamaño de las partículas, garantizando que los materiales cumplen normas o requisitos específicos. La elección entre tamices de lavado en seco o en húmedo depende de la naturaleza del material que se va a analizar y de las necesidades específicas de la aplicación.
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