La resistencia de la soldadura fuerte del acero inoxidable suele ser alta debido a las condiciones controladas y al uso de técnicas adecuadas, como la soldadura fuerte al vacío, que garantiza la eliminación de las capas de óxido y favorece una buena humectabilidad del metal de aportación.
Rendimiento de la soldadura fuerte:
El principal reto de la soldadura fuerte del acero inoxidable reside en la presencia de películas de óxido estables en la superficie, compuestas principalmente de óxidos de cromo y titanio (Cr2O3 y TiO2). Estos óxidos afectan significativamente a la humectabilidad y la dispersión del metal de aportación. Para evitarlo, el acero inoxidable suele soldarse al vacío para descomponer la película de óxido debido a la baja presión parcial de oxígeno, lo que facilita una unión más resistente.Limpieza y resistencia:
El proceso de soldadura fuerte, especialmente cuando se realiza al vacío, da como resultado una unión muy limpia y resistente. El entorno controlado evita la oxidación y permite una gestión precisa de la temperatura, lo que ayuda a mantener o conseguir propiedades específicas del metal base. Además, las piezas pueden tratarse térmicamente durante el proceso de soldadura fuerte, lo que mejora su idoneidad para aplicaciones críticas en industrias como la automovilística, la aeroespacial y la médica.
Técnicas de soldadura fuerte:
Es esencial una limpieza estricta antes de la soldadura fuerte para eliminar cualquier película de grasa o aceite, asegurándose de que la soldadura fuerte se realiza inmediatamente después de la limpieza. Pueden emplearse varios métodos de calentamiento, como la llama, la inducción o el horno; este último requiere un control preciso de la temperatura (±6 °C de desviación) y una capacidad de enfriamiento rápido. La soldadura fuerte al vacío es especialmente eficaz para el acero inoxidable debido a su capacidad para evitar la oxidación y promover la descomposición de las capas de óxido, lo que da lugar a uniones más resistentes.