Las opciones de calentamiento en lecho fluidizado para un proceso de pirólisis implican principalmente el uso de lechos fluidizados burbujeantes y lechos fluidizados circulantes. Estos sistemas ofrecen una transferencia de calor eficiente, un buen control de la temperatura y un contacto eficaz entre el gas y los sólidos, que son cruciales para la pirólisis de biomasa y otros sustratos particulados.
Pirólizadores de lecho fluidizado burbujeante:
En un pirólizador de lecho fluidizado burbujeante, el calentamiento se consigue introduciendo un gas, normalmente nitrógeno puro, a presión en el fondo del reactor. Este gas cumple dos funciones principales: mantener una atmósfera inerte para evitar reacciones químicas no deseadas y fluidificar las partículas del sustrato y el material del lecho para mejorar la eficacia de la transferencia de calor. El lecho fluidizado permite una mezcla intensa, lo que se traduce en una gran capacidad de almacenamiento de calor y excelentes características de transferencia de calor. El tiempo de residencia de los vapores y los sólidos se controla mediante el caudal de gas de fluidización, y el carbón actúa como catalizador en el craqueo de los vapores, que luego se recoge mediante procesos de arrastre.Lecho fluidizado circulante:
El lecho fluidizado circulante funciona de forma diferente mediante la recirculación de un portador de calor en un bucle externo. El reactor de pirólisis se coloca en el elevador y el carbón restante se quema en el lecho fluidizado en presencia del portador de calor. Esta configuración permite una transferencia de calor eficaz y puede diseñarse para funcionar a mayor escala. El ciclo del portador de calor puede integrarse en el sistema, dependiendo de los requisitos específicos de transferencia de calor al lecho fluidizado.