Los materiales utilizados habitualmente para los ánodos son metales como el zinc y el litio, y materiales a base de carbono como el grafito. Estos materiales se eligen por sus propiedades, que incluyen ser agentes reductores eficientes, tener un alto rendimiento coulómbico, buena conductividad, estabilidad, facilidad de fabricación y bajo coste.
Zinc se utiliza a menudo en pilas alcalinas y de zinc-carbono debido a su alta reactividad y abundancia, lo que lo convierte en una opción rentable. El zinc actúa como agente reductor en estas pilas, donando electrones durante el proceso de descarga. Su uso está muy extendido en pilas primarias (no recargables), donde su bajo coste y disponibilidad son ventajas significativas.
Litio es otro metal muy utilizado como material anódico, sobre todo en las baterías de iones de litio. La alta electropositividad del litio lo convierte en un material anódico excelente, ya que dona electrones con facilidad. Las baterías de iones de litio son recargables y se valoran por su alta densidad energética y su larga vida útil. El uso del litio en estas baterías ha revolucionado la electrónica portátil y los vehículos eléctricos por su alto rendimiento y fiabilidad.
Grafitouna forma de carbono, se utiliza ampliamente en las baterías de iones de litio como material anódico. La estructura en capas del grafito permite la intercalación de iones de litio, que es la clave de su uso en estas baterías. Este proceso de intercalación es reversible, por lo que las baterías de iones de litio pueden recargarse. El grafeno se elige por su estabilidad, alta densidad energética y coste relativamente bajo en comparación con otros materiales. Sin embargo, uno de los retos de los ánodos de grafito es el riesgo de formación de dendritas, que pueden provocar cortocircuitos y problemas de seguridad.
En resumen, la elección del material del ánodo depende de los requisitos específicos del sistema de baterías, como la densidad de energía deseada, la vida útil, la seguridad y el coste. El zinc, el litio y el grafito se encuentran entre los materiales para ánodos más utilizados debido a sus propiedades favorables y al equilibrio que ofrecen entre rendimiento y coste.
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