La desventaja del método de la tamizadora radica principalmente en sus limitaciones con partículas más finas, las imprecisiones debidas a la forma de las partículas y la posibilidad de obstrucción y distorsión del tamiz.
Limitaciones con partículas más finas:
El método de la tamizadora no es adecuado para partículas inferiores a 50 µm. Para materiales más finos que 100 mallas, el tamizado en seco puede ser significativamente menos preciso. Esta limitación se debe a que, a medida que disminuye el tamaño de las partículas, disminuye la probabilidad de que éstas atraviesen las aberturas del tamiz, lo que da lugar a resultados inexactos. Además, la eficacia del método disminuye con partículas más pequeñas debido a la mayor probabilidad de obstrucción de las partículas y a la dificultad de conseguir una agitación adecuada.Inexactitudes debidas a la forma de las partículas:
El análisis granulométrico parte de la base de que todas las partículas son redondas (esféricas) o casi, pero esto no suele ser así en la realidad. En el caso de las partículas alargadas y planas, el análisis granulométrico no arroja resultados fiables basados en la masa. Estas partículas de forma irregular pueden pasar a través de las aberturas del tamiz con dificultad o atascarse, dando lugar a resultados sesgados. Esta cuestión es especialmente problemática en industrias en las que la forma de las partículas afecta significativamente a las propiedades o la funcionalidad del material.
Posibilidad de obstrucción y distorsión del tamiz:
Los tamices pueden atascarse y deformarse si no se manipulan y mantienen adecuadamente. La obstrucción se produce cuando las partículas quedan atrapadas en las aberturas del tamiz, reduciendo el tamaño efectivo de las aberturas y alterando los resultados. La distorsión puede deberse a una manipulación inadecuada, lo que provoca irregularidades en la malla del tamiz que afectan a la precisión del análisis granulométrico. Un mantenimiento regular y una manipulación cuidadosa son cruciales para evitar estos problemas, pero aún así pueden producirse, especialmente en entornos en los que los tamices se utilizan con frecuencia o con materiales abrasivos.