Existen dos tipos principales de tamices de ensayo: tamices de ensayo en seco y tamices de ensayo de lavado en húmedo. Los tamices de ensayo en seco son adecuados para partículas que fluyen libremente y que pueden atravesar el tamiz agitándolo o golpeándolo. Los tamices de ensayo de lavado en húmedo, por otro lado, requieren la adición de agua para ayudar a las partículas a pasar a través del tamiz, lo que resulta especialmente útil en la industria de los áridos, donde es necesario lavar la arcilla y el limo de las rocas para obtener una medición precisa del tamaño.
Tamices de ensayo en seco:
Estos tamices están diseñados para materiales que se manipulan fácilmente sin necesidad de líquidos adicionales. Las partículas deben fluir libremente y ser capaces de pasar a través de las aberturas del tamiz con un esfuerzo mínimo, que normalmente se consigue mediante agitación mecánica o golpeteo manual. Este método es eficaz para materiales que no se aglutinan ni se pegan, lo que garantiza un proceso de tamizado sencillo y rápido.Tamices de ensayo de lavado en húmedo:
Por el contrario, los tamices de ensayo de lavado en húmedo son esenciales para materiales que requieren la ayuda del agua para separarse y pasar a través de las aberturas del tamiz. Esto es especialmente común en las industrias que trabajan con áridos, donde las rocas suelen estar recubiertas de arcilla y limo, lo que puede aumentar artificialmente su tamaño percibido. Al utilizar agua durante el proceso de tamizado, estos contaminantes se eliminan, lo que permite una evaluación más precisa del tamaño real de las partículas. Este método es crucial para garantizar que los materiales cumplen las especificaciones requeridas para su uso previsto.
Ambos tipos de tamices utilizan distintos medios para la separación, como mallas de alambre tejido, placas metálicas perforadas y mallas electroformadas, cada una de ellas adecuada para distintos tamaños de partículas y materiales. La elección del tipo de tamiz y del medio depende de los requisitos específicos del material que se va a someter a ensayo y de las normas establecidas por los métodos de ensayo específicos de la industria. La selección y el mantenimiento adecuados de estos tamices son fundamentales para garantizar resultados precisos y fiables en diversas aplicaciones, como el control de calidad, la separación de materiales y el análisis de suelos.