El mejor material para un tamiz, sobre todo para la mayoría de las aplicaciones, es el acero inoxidable. Esta elección se debe a su menor coste, larga vida útil, bajo índice de contaminación de la muestra y resistencia a la corrosión.
Ventajas del acero inoxidable:
- Coste y durabilidad: El acero inoxidable suele ser menos caro que otras alternativas como el latón, especialmente si se tiene en cuenta su larga vida útil. Es muy duradero y resistente al desgaste, por lo que es adecuado para un uso repetido en diversos entornos sin una degradación significativa.
- Resistencia a la corrosión: La resistencia a la corrosión inherente al acero inoxidable es crucial, especialmente en aplicaciones con materiales o entornos corrosivos. Esta propiedad garantiza que el tamiz mantenga su integridad y precisión a lo largo del tiempo, sin que el óxido u otras formas de degradación afecten a la malla o al marco.
- Baja contaminación de la muestra: Las propiedades del material también minimizan el riesgo de contaminación de la muestra. Esto es especialmente importante en las pruebas analíticas, donde la pureza y la composición de la muestra deben mantenerse con precisión.
Otros materiales y consideraciones:
- Latón: Aunque el latón es una opción tradicional y puede ser útil en escenarios específicos como entornos sensibles a las chispas, su reciente aumento de coste y su menor resistencia a la corrosión en comparación con el acero inoxidable lo hacen menos óptimo para uso general.
- Materiales no metálicos: Las mallas no metálicas, como las tejidas con poliéster o nailon, están disponibles para aplicaciones únicas en las que el metal no está permitido o puede contaminarse. Sin embargo, no cumplen las mismas normas que las mallas metálicas en cuanto a precisión y durabilidad.
- Chapa perforada: Se utiliza para materiales específicos como el carbón, los minerales y el coque, y ofrece aberturas de mayor tamaño. Sin embargo, no es tan versátil ni precisa como la tela metálica para el análisis de partículas más finas.
Construcción y diseño:
La construcción de los tamices, en particular el uso de acero inoxidable de la serie 300 y técnicas de precisión, garantiza que la tela y el marco del tamiz sean de alta calidad. La ausencia de marcas de tinta y remaches en el interior del marco, junto con transiciones suaves y el uso de adhesivo UV o soldadura, mejora la funcionalidad y longevidad del tamiz.
En resumen, aunque hay varios materiales y diseños disponibles para los tamices, el acero inoxidable destaca como la mejor opción por su equilibrio entre coste, durabilidad, resistencia a la corrosión y mínima contaminación de las muestras. Esto lo hace ideal para una amplia gama de aplicaciones tanto industriales como de laboratorio.