La presión máxima para el prensado isostático en caliente (HIP) puede oscilar entre 15.000 psi y 44.000 psi (100 MPa y 300 MPa), según la información facilitada en las referencias. El HIP combina altas temperaturas, de hasta 2.000 °C, con presiones de gas aplicadas isostáticamente. La presión se aplica utilizando un gas inerte como el argón. El objetivo del HIP es conseguir una forma casi neta y la densidad total del material procesado. El proceso implica sellar herméticamente el polvo en un recipiente flexible a temperaturas elevadas, calentarlo dentro de un recipiente presurizado y mantenerlo durante un tiempo determinado. El medio de presión, normalmente un gas inerte, se presuriza a presiones que oscilan entre 100 y 300 MPa (15 y 45 ksi). La temperatura para el HIP depende del material, con equipos de producción típicos capaces de calentar piezas de 1.000 a 1.200 °C (2.000 a 2.200 °F). El HIP permite una mejor uniformidad de compactación y puede utilizarse para compactar formas más complejas. Es importante tener en cuenta que el HIP aplica presión isostática mediante presión de gas, mientras que el prensado en caliente sólo aplica presión uniaxial.