La temperatura de sinterización afecta significativamente a la dureza de los materiales, principalmente porque influye en el proceso de densificación y en la transformación de las estructuras cristalinas. Las temperaturas de sinterización más elevadas conducen generalmente a un aumento de la dureza debido a una mejor unión de las partículas y a una reducción de la porosidad.
Densificación y unión de partículas:
Durante la sinterización, la temperatura desempeña un papel crucial en el movimiento de los átomos, que se difunden a través de los límites de las partículas, fusionándolas. Este proceso, conocido como densificación, provoca una reducción de la porosidad y un aumento de la densidad del material. A medida que aumenta la temperatura de sinterización, se acelera la velocidad de difusión atómica, lo que facilita una unión más eficaz de las partículas y da lugar a un material más denso y duro. Por ejemplo, en la sinterización de la circonia, a medida que la temperatura aumenta de 1.100°C a 1.200°C, el material se transforma de un estado cristalino monoclínico a uno politetragonal, lo que aumenta significativamente su dureza y resistencia.Transformación de las estructuras cristalinas:
La temperatura de sinterización también afecta a la transformación de la estructura cristalina del material, que repercute directamente en sus propiedades mecánicas. Por ejemplo, la transición de la circonia de estructura monoclínica a politetragonal a temperaturas más altas aumenta su dureza y resistencia. Del mismo modo, en el nitruro de silicio, la transformación de α-SI3N4 en β-SI3N4 se ve influida por el proceso de sinterización, lo que afecta a la dureza. A medida que se optimizan el tiempo y la temperatura de sinterización, se puede maximizar la dureza del material, como se observa en la comparación de los procesos de sinterización de un paso y de dos pasos, en la que el segundo alcanza una mayor dureza debido a un mejor control de las condiciones de sinterización.
Impacto de las condiciones de sinterización: