El grafito es un material versátil caracterizado por su textura suave, brillo metálico y excelente conductividad de la electricidad y el calor. Presenta una elevada resistencia a la temperatura, especialmente en condiciones de vacío o gas inerte, lo que lo hace adecuado para diversas aplicaciones de alta temperatura. Las propiedades del grafito pueden mejorarse aún más mediante tratamiento térmico a temperaturas de hasta 3000 °C, mejorando su densidad, conductividad eléctrica, conductividad térmica y resistencia a la corrosión. El material es anisótropo, lo que significa que sus propiedades varían en función de la orientación, mientras que el grafito isostático ofrece propiedades uniformes independientemente de la orientación. El grafito se utiliza ampliamente en numerosas industrias debido a su gran pureza, resistencia y facilidad de mecanizado, entre otras propiedades.
Propiedades físicas:
El grafito es un material blando, resbaladizo y de color negro grisáceo con brillo metálico. Es opaco a la luz y buen conductor de la electricidad y el calor. Estas propiedades lo diferencian de otras formas de carbono como el diamante. La suavidad del material permite mecanizarlo fácilmente, lo que supone una ventaja significativa en los procesos de fabricación.Resistencia térmica y química:
El grafito presenta una resistencia térmica y química extremadamente alta. Esta resistencia es crucial en entornos en los que los materiales están expuestos a altas temperaturas y sustancias corrosivas. La capacidad del material para soportar choques térmicos también mejora su utilidad en entornos con cambios rápidos de temperatura.
Anisotropía:
Las propiedades del grafito, como la durabilidad y la conductividad eléctrica, pueden variar en función de la orientación del material. El grafito no isostático muestra propiedades diferentes en función de la dirección y el eje de moldeo, con menor durabilidad y conductividad perpendicular al eje de moldeo. Por el contrario, el grafito isostático mantiene propiedades uniformes independientemente de la orientación, lo que lo hace más predecible y fiable en aplicaciones que requieren un rendimiento constante.Mejora mediante tratamiento térmico:
El tratamiento térmico del grafito hasta 3000 °C mejora significativamente sus propiedades. Este proceso, conocido como grafitización, reorganiza los átomos de carbono en una matriz más ordenada, lo que mejora la densidad, la conductividad eléctrica, la conductividad térmica y la resistencia a la corrosión. El proceso de grafitización también aumenta la eficacia de mecanizado del material.
Aplicaciones: