La principal necesidad de mantenimiento de los sistemas hidráulicos es garantizar la limpieza y calidad del aceite hidráulico, la lubricación adecuada de las piezas móviles y la inspección periódica para detectar cualquier signo de funcionamiento anómalo, como ruidos.
Mantenimiento del aceite hidráulico:
El aceite hidráulico debe ser del tipo correcto (aceite mecánico de 20 # o aceite hidráulico de 32 #) y debe filtrarse cuidadosamente antes de su uso para eliminar impurezas y contaminantes. Esto es crucial porque el sistema hidráulico depende de un aceite limpio para funcionar eficazmente. El aceite sucio puede provocar fallos en el sistema y reducir su eficacia. Se recomienda el uso de filtros de alta eficacia para sistemas hidráulicos debido a su capacidad para filtrar el aceite en profundidad, eliminar impurezas y mejorar la calidad general del aceite hidráulico. Estos filtros también ofrecen grandes caudales, lo que garantiza que se satisfagan las elevadas demandas de caudal del sistema, manteniendo así la estabilidad y el funcionamiento normal del mismo.Lubricación:
La lubricación regular del eje de la columna y del bastidor guía es esencial para mantener un buen funcionamiento de la lubricación. Esto ayuda a reducir la fricción y el desgaste entre las piezas móviles, lo que es fundamental para la longevidad y la eficacia del sistema hidráulico. Una lubricación adecuada también evita el sobrecalentamiento y garantiza un funcionamiento suave.
Inspección y localización de averías:
La inspección periódica del sistema hidráulico es necesaria para detectar con prontitud cualquier ruido anormal o problema de funcionamiento. Si se detecta cualquier ruido anormal, el sistema debe detenerse inmediatamente para su inspección y localización de averías. Este enfoque proactivo ayuda a identificar y resolver los problemas antes de que se conviertan en problemas mayores, garantizando así el funcionamiento continuo y seguro del sistema hidráulico.
Control de la temperatura: