El endurecimiento por inducción se utiliza principalmente para el acero y el hierro fundido, siendo especialmente adecuados para este proceso los aceros al carbono y aleados con un contenido de carbono del orden del 0,40/0,45%. Este método consiste en el calentamiento rápido de la superficie metálica por inducción seguido de un enfriamiento rápido para aumentar la dureza y la resistencia al desgaste.
Acero y fundición:
El temple por inducción se utiliza mucho para el acero, especialmente los aceros al carbono y aleados con un contenido específico de carbono. Estos materiales se eligen porque responden bien al rápido proceso de calentamiento y enfriamiento, que aumenta la dureza de su superficie y su resistencia al desgaste. Este tratamiento es especialmente eficaz para componentes que requieren una alta resistencia al desgaste y al impacto, como engranajes, ejes y árboles de levas en la industria del automóvil.Hierro fundido:
Del mismo modo, el hierro fundido también puede someterse a endurecimiento por inducción. Este material, conocido por su buena mecanizabilidad y resistencia al desgaste, se beneficia del proceso de endurecimiento localizado que proporciona el endurecimiento por inducción. Esto permite endurecer zonas específicas de los componentes de hierro fundido sin afectar a la ductilidad y tenacidad generales del material.
El proceso de endurecimiento por inducción consiste en hacer pasar una corriente alterna de alta frecuencia a través de una bobina para crear un campo magnético alterno. Este campo induce corrientes parásitas en la capa superficial de la pieza metálica, calentándola rápidamente hasta una temperatura dentro o por encima del rango de transformación. A continuación, la pieza se enfría inmediatamente, lo que hace que la capa superficial se transforme en una estructura más dura, normalmente martensita. El núcleo de la pieza permanece inalterado, conservando sus propiedades originales, lo que es crucial para mantener la resistencia y ductilidad generales del componente.
El endurecimiento por inducción es ventajoso porque permite un control preciso del proceso de endurecimiento, posibilitando el tratamiento de zonas específicas de una pieza sin necesidad de endurecer todo el componente. Este endurecimiento localizado es particularmente útil para componentes que operan en entornos duros y requieren que zonas específicas sean más resistentes al desgaste y la fatiga.