Los nanotubos de carbono (CNT) son estructuras cilíndricas compuestas de átomos de carbono, con diámetros típicamente nanométricos y longitudes que varían de micrómetros a centímetros. Presentan una resistencia mecánica excepcional, superior a la del acero y otros materiales tradicionales. Los CNT se utilizan en una gran variedad de aplicaciones gracias a sus propiedades únicas, como su alta conductividad térmica y eléctrica.
Mecanismo de acción:
Los CNT actúan principalmente a través de su estructura molecular, que es un cilindro continuo de átomos de carbono dispuestos en un patrón reticular hexagonal. Esta estructura les confiere una notable resistencia y flexibilidad. Los enlaces carbono-carbono de los CNT se encuentran entre los enlaces químicos más fuertes conocidos, lo que contribuye a su elevada resistencia a la tracción y resiliencia.Conductividad térmica y eléctrica:
Los CNT son excelentes conductores del calor y la electricidad. Esto se debe a los electrones pi deslocalizados en la red de carbono, que pueden moverse libremente a lo largo del nanotubo, facilitando el flujo de electrones. Esta propiedad hace que los CNT sean ideales para su uso en electrónica, donde pueden utilizarse para mejorar la conductividad de los materiales sin añadir un peso significativo.
Aplicaciones:
Las aplicaciones de los CNT son diversas, desde materiales estructurales en compuestos para las industrias aeroespacial y automovilística hasta componentes funcionales en electrónica y dispositivos de almacenamiento de energía. En los materiales compuestos, los CNT refuerzan los materiales, haciéndolos más resistentes y ligeros. En electrónica, se utilizan para mejorar la conductividad de los dispositivos. Además, los CNT se utilizan en sensores gracias a su capacidad para interactuar con diversas moléculas y detectarlas.Síntesis y retos: