El grafeno, gracias a sus propiedades únicas, tiene una amplia gama de usos potenciales en diversas industrias, como la ciencia de los materiales, el almacenamiento de energía, la biomedicina y la electrónica. Su gran resistencia, conductividad y superficie lo convierten en un material versátil para mejorar las propiedades de los materiales existentes y posibilitar nuevos avances tecnológicos.
Ciencia de los materiales:
El grafeno puede añadirse a metales, plásticos y otros materiales para aumentar significativamente su resistencia sin añadir peso. Esto lo hace especialmente valioso en industrias como la aeroespacial y la de la construcción, donde los materiales deben ser resistentes y ligeros a la vez. La capacidad de reforzar materiales con una pequeña cantidad de grafeno abre posibilidades para crear estructuras más duraderas y eficientes.Almacenamiento de energía:
La elevada relación superficie/volumen del grafeno y su excelente conductividad lo hacen ideal para su uso en baterías y supercondensadores. Puede almacenar más energía y cargarse a mayor velocidad que otros materiales, lo que podría revolucionar la tecnología de las pilas de combustible y las soluciones de almacenamiento de energía. La integración del grafeno con otros materiales, como el nitruro de boro hexagonal y los dicalcogenuros de metales de transición, amplía aún más sus aplicaciones en nanoelectrónica y optoelectrónica.
Biomedicina:
En el campo de la biomedicina, el grafeno puede utilizarse en diversas aplicaciones, como biosensores, tecnologías de imagen, dispositivos de monitorización y apósitos para heridas. Sus propiedades también pueden mejorar fármacos y tratamientos terapéuticos, sobre todo para pacientes con cáncer. El uso del grafeno en aplicaciones biomédicas está impulsado por su biocompatibilidad y su capacidad para interactuar con sistemas biológicos a nivel molecular.
Electrónica: