Los crisoles se clasifican principalmente en dos tipos en función de su aplicación y material: crisoles de laboratorio y crisoles industriales. Los crisoles de laboratorio se utilizan en experimentos y preparaciones científicas, y requieren materiales de alta temperatura que minimicen la contaminación del analito. Los crisoles industriales, por su parte, se utilizan en procesos de fundición y fusión, y están fabricados con materiales como grafito, carburo de silicio o diversos tipos de acero, en función de los requisitos específicos del metal que se esté procesando.
Crisoles de laboratorio:
Los crisoles de laboratorio son esenciales en la química analítica y la preparación de muestras, donde la pureza de la muestra es crítica. Suelen estar fabricados con materiales inertes de alta temperatura, como platino, circonio o carburo de silicio. Estos materiales garantizan que el crisol no reaccione con las sustancias que se calientan, evitando así la contaminación. El uso de estos crisoles es crucial para la determinación precisa de trazas y ultratrazas de los constituyentes de una muestra. Su diseño suele incluir una cubierta o tapa para minimizar aún más la contaminación por partículas o gases transportados por el aire.Crisoles industriales:
Los crisoles industriales están diseñados para aplicaciones de alta temperatura, como la fundición de metales y la creación de aleaciones. Dependiendo del metal y de la temperatura requerida, estos crisoles pueden estar hechos de grafito, carburo de silicio, hierro fundido, hierro fundido especial, acero fundido o chapa de acero. Por ejemplo, los crisoles de grafito se utilizan a menudo para fundir metales debido a su excelente resistencia al calor y conductividad térmica. Los crisoles de carburo de silicio también son populares por su durabilidad y resistencia al choque térmico. En la industria secundaria del aluminio se utilizan crisoles de acero de alta resistencia, aunque pueden ser propensos a la formación de incrustaciones y a posibles problemas de contaminación. La forma de los crisoles industriales varía mucho, prefiriéndose los crisoles bajos y anchos para fundir metales debido a su gran superficie, y los crisoles altos y estrechos para controlar las reacciones químicas minimizando la superficie expuesta al calor.