El mejor tratamiento térmico para el acero depende de las propiedades deseadas y del tipo de acero tratado. Por ejemplo, el acero inoxidable austenítico de la serie 300 se beneficia del tratamiento en solución, mientras que el acero inoxidable ferrítico de la serie 400 suele recocido. Cada proceso de tratamiento térmico tiene aplicaciones y ventajas específicas adaptadas a los distintos tipos de acero y requisitos.
Tratamiento en solución para acero inoxidable austenítico de la serie 300:
Este proceso consiste en calentar el acero a una temperatura elevada (1050 a 1150°C) para disolver todos los carburos en la austenita. Tras un breve periodo de aislamiento térmico, es esencial un enfriamiento rápido para conseguir una estructura de austenita supersaturada y unidireccional. La velocidad de enfriamiento debe ser de al menos 55°C/s para evitar la zona de temperatura de 550-850°C, que podría provocar la precipitación de carburos y afectar al acabado superficial del acero. Este tratamiento mejora la resistencia a la corrosión y las propiedades mecánicas del acero.Recocido para acero inoxidable ferrítico de la serie 400:
- El acero inoxidable ferrítico se calienta a una temperatura más baja (alrededor de 900°C) y luego se enfría lentamente para conseguir una estructura recocida y blanda. Este proceso es crucial para ablandar el acero, haciéndolo más dúctil y fácil de trabajar en posteriores etapas de procesamiento.Otros tratamientos térmicos:
- Normalización homogeniza la estructura del acero para garantizar unas propiedades mecánicas constantes.
- Alivio de tensiones es especialmente útil para piezas soldadas o mecanizadas, ya que ayuda a minimizar la distorsión y a normalizar el acero.
Tratamiento térmico selectivo permite mejorar la resistencia, la resistencia al desgaste o la resistencia al impacto en secciones específicas del material.
Diseño y funcionamiento del horno:
- El diseño de los hornos de tratamiento térmico es fundamental, ya que debe adaptarse a los requisitos específicos de temperatura y tratamiento de los distintos tipos de acero. Por ejemplo, un horno adecuado para tratamientos a alta temperatura (como 1300°C) puede no ser ideal para procesos a baja temperatura (como 300°C), aunque técnicamente pueda alcanzar esas temperaturas.
- Ventajas del tratamiento térmico en atmósfera controlada:Facilidad de carga y descarga
- de las muestras.Distribución uniforme de la temperatura
- dentro de la cámara, lo que garantiza resultados de tratamiento uniformes.Velocidades de enfriamiento rápidas
- para lograr rápidamente las microestructuras deseadas.Baja pérdida de calor
que es energéticamente eficiente y rentable.Dispositivos de elevación suaves
para manipular materiales pesados o delicados.
Aplicaciones: