El factor más importante que influye en la resistencia de la unión soldada es el diseño y la preparación correctos de la unión, lo que incluye un acabado superficial, una planitud y una holgura adecuados. Esto asegura una humectación óptima y el flujo del material de soldadura por capilaridad, lo que es crucial para la resistencia de la unión soldada.
Diseño y preparación correctos:
El diseño de la unión soldada es fundamental, ya que afecta directamente a la capacidad del material de soldadura para humedecerse y fluir a través de la unión. El acabado y la planeidad adecuados de la superficie son esenciales para facilitar una buena acción capilar. La acción capilar permite que el material de soldadura fluya por la junta, rellenando todos los huecos y garantizando una unión fuerte. Si el diseño y la preparación del material son excelentes, la unión puede ser más fuerte que el propio material base.Preparación y limpieza de la superficie:
Antes de proceder a la soldadura fuerte, las superficies metálicas deben limpiarse a fondo para eliminar contaminantes como grasa, aceite, óxido e incrustaciones. Estos contaminantes pueden debilitar la unión o impedirla por completo. Una limpieza adecuada garantiza que el material de soldadura fuerte pueda adherirse eficazmente a los metales base.
Espacio libre:
La separación entre las piezas metálicas que se van a unir es otro factor crítico. Si la separación es demasiado grande o demasiado pequeña, puede debilitar la unión. La separación debe ser la adecuada para permitir que el material de soldadura fluya y llene el espacio de forma eficaz. Esto es especialmente importante, ya que los distintos metales tienen diferentes velocidades de expansión y contracción, que deben tenerse en cuenta al preparar las piezas para la soldadura fuerte.Temperatura y tiempo:
La temperatura y la duración del proceso de soldadura fuerte también influyen significativamente en la calidad de las uniones soldadas. La temperatura de soldadura debe ser superior al punto de fusión del metal de aportación para garantizar una aleación y humectación adecuadas. La temperatura y el tiempo correctos garantizan que el metal de aportación fluya de forma óptima y forme una unión fuerte sin causar daños a los metales base.