Las piezas sinterizadas pueden ser conductoras, dependiendo de los materiales utilizados y del proceso específico empleado. En el contexto de la electrónica y la ingeniería eléctrica, la sinterización se utiliza para crear materiales densos y conductores de la electricidad, como la cerámica electrónica y los componentes metálicos.
Aplicaciones electrónicas y eléctricas:
La sinterización es crucial en la producción de cerámicas electrónicas como condensadores, varistores y termistores. Estos componentes requieren propiedades eléctricas específicas, y la sinterización ayuda a unir las partículas cerámicas para conseguir la densidad y conductividad necesarias. Además, el sinterizado se utiliza en la fabricación de contactos eléctricos, envases de semiconductores y componentes de placas de circuitos, todos los cuales dependen de una buena conductividad eléctrica.Aplicaciones metalúrgicas:
En metalurgia, el sinterizado se utiliza para fabricar componentes metálicos a partir de polvos como hierro, aluminio y acero inoxidable. Estos componentes metálicos sinterizados suelen presentar propiedades mecánicas mejoradas, como una mayor resistencia y resistencia al desgaste. Cuando estos metales se sinterizan, también pueden alcanzar una buena conductividad eléctrica, especialmente en aplicaciones como contactos eléctricos y cableado.
Infiltración y sinterización:
El proceso de infiltración, a menudo utilizado junto con la sinterización, consiste en introducir un material diferente en los poros del metal base para mejorar la densidad. Por ejemplo, el cobre se utiliza para infiltrar aceros, lo que no sólo mejora las propiedades mecánicas sino que también puede mejorar la conductividad eléctrica.Mejora de las propiedades mecánicas y eléctricas:
La sinterización mejora las propiedades mecánicas de los materiales al unir y densificar las partículas, lo que da lugar a componentes más fuertes y resistentes al desgaste. Este proceso también contribuye a mejorar la conductividad eléctrica, ya que la estructura densa y cohesiva que se forma durante la sinterización facilita un mejor flujo de electrones.