El tratamiento térmico es un proceso controlado que consiste en calentar y enfriar metales y aleaciones.
El objetivo es alterar sus propiedades físicas y mecánicas.
Estas propiedades incluyen la dureza, la resistencia y la tenacidad.
El proceso básico del tratamiento térmico consta de tres pasos principales.
1. 1. Calentamiento a una temperatura determinada
El material se calienta a una temperatura específica.
Esta temperatura puede alcanzar los 1.315°C (2.400°F).
La elección de la temperatura depende del tipo de metal o aleación.
También depende de los cambios deseados en sus propiedades.
Este paso es crucial, ya que prepara el material para la siguiente fase.
Activa los átomos e inicia los cambios estructurales necesarios.
2. Mantenimiento a esa temperatura durante el tiempo adecuado
Una vez alcanzada la temperatura especificada, el material se mantiene a esa temperatura durante un tiempo determinado.
Este tiempo puede variar significativamente, desde unos segundos hasta 60 horas o más.
El tiempo de mantenimiento permite que se completen las reacciones metalúrgicas deseadas.
Garantiza cambios uniformes y profundos en todo el material.
3. Enfriamiento según los métodos prescritos
El último paso consiste en enfriar el material a un ritmo controlado.
Puede ser rápido o lento, dependiendo del resultado deseado.
Los métodos de enfriamiento pueden incluir el temple (enfriamiento rápido) o el enfriamiento por aire (enfriamiento lento).
La velocidad de enfriamiento influye directamente en las propiedades finales del material.
Estas propiedades incluyen su dureza y tenacidad.
Hornos y procesos de tratamiento térmico
Estas etapas se realizan en hornos de tratamiento térmico.
Estos hornos proporcionan un entorno controlado para garantizar unos resultados precisos y uniformes.
Se utilizan diferentes procesos de tratamiento térmico para conseguir modificaciones específicas en las propiedades del material.
Por ejemplo, el recocido se utiliza para ablandar un material, mejorar su mecanizabilidad y reducir las tensiones internas.
El temple y el revenido se utilizan para aumentar la dureza y la tenacidad.
La importancia del tratamiento térmico en la fabricación
En general, el proceso de tratamiento térmico es esencial en la industria manufacturera.
Mejora el rendimiento y la durabilidad de los metales y aleaciones utilizados en diversas aplicaciones.
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