Los crisoles son herramientas esenciales para fundir metales y otras sustancias a altas temperaturas. Se fabrican con materiales de alto punto de fusión y buena resistencia incluso cuando se calientan a temperaturas extremas. Los materiales de crisol más comunes son la arcilla-grafito, el carburo de silicio, la alúmina, la circonia, la magnesia y metales como el níquel y el circonio. La elección del material del crisol depende de las propiedades químicas de la aleación que se va a fundir y de los requisitos específicos del proceso de fusión.
Crisoles de arcilla-grafito y carburo de silicio:
Estos crisoles están diseñados para operaciones de fundición en las que se alcanzan temperaturas extremas. El carburo de silicio, en particular, es muy duradero, por lo que resulta adecuado para su uso repetido en entornos de altas temperaturas. Estos materiales pueden resistir el calor y mantener su integridad estructural, lo que es crucial para el proceso de fusión.Crisoles de alúmina, circonio y magnesia:
Estos materiales cerámicos son conocidos por su capacidad para tolerar temperaturas muy elevadas. Se suelen utilizar en laboratorios para calentar compuestos químicos. La alúmina, la circonia y, especialmente, la magnesia se eligen por sus propiedades refractarias, que les permiten soportar el calor intenso sin descomponerse.
Crisoles metálicos:
Metales como el níquel y el circonio también se utilizan para fabricar crisoles, especialmente en aplicaciones modernas en las que se requiere una alta conductividad térmica y resistencia a las reacciones químicas. Estos materiales se utilizan a menudo en procesos de fusión especializados en los que el crisol debe soportar no sólo altas temperaturas, sino también entornos químicos específicos.Crisoles de grafito:
Los crisoles de grafito son adecuados para metales con puntos de fusión más bajos que no reaccionan con el carbono, como el uranio y el cobre. Se fabrican con materiales compuestos a base de grafito y están diseñados para controlar la alineación estructural del grafito con el fin de lograr el rendimiento requerido.