Para el tratamiento térmico de piezas fundidas de aluminio, se siguen normalmente los siguientes pasos:
1. Precalentamiento: La pieza fundida se calienta a una temperatura elevada, normalmente en torno a los 1.000 °F (538⁰C), durante un tiempo determinado, normalmente 12 horas. Este paso ayuda a garantizar un calentamiento uniforme en toda la pieza fundida.
2. Enfriamiento: Tras la fase de precalentamiento, la pieza moldeada se enfría rápidamente sumergiéndola en un baño de solución líquida. El baño de enfriamiento suele ser de agua o glicol, y su temperatura oscila entre 66-100°C (150-214°F). El enfriamiento rápido ayuda a endurecer el aluminio y a mejorar su resistencia.
Es importante señalar que se pueden utilizar diferentes métodos de tratamiento térmico en función del resultado deseado y de las propiedades específicas requeridas para las piezas fundidas. Algunos de los métodos de tratamiento térmico más comunes para las piezas fundidas de aluminio son:
1. Proceso de inducción (eléctrico): Este método consiste en calentar una pequeña zona de la pieza fundida utilizando corrientes eléctricas inducidas. A continuación, la pieza se enfría rápidamente utilizando agentes de enfriamiento rápido, como agua o aceite.
2. Fundición a baja presión: En este método, la máquina de colada incluye un horno de retención presurizado con un tallo ascendente para alimentar el aluminio fundido en la matriz. El aluminio fundido se suministra desde un horno de fusión, que puede ser un horno de solera seca de gas, un horno de crisol basculante eléctrico o de gas, o un horno de reverbero de baño húmedo de resistencia eléctrica o de gas. A continuación, la pieza fundida se somete a un tratamiento térmico según las especificaciones deseadas.
3. Fundición inyectada a alta presión: Este método utiliza varios tipos de hornos en la industria de la fundición de aluminio. Los hornos más comunes son los hornos de crisol, los hornos de fusión de reverbero central, los hornos de mantenimiento de baja energía eléctrica o de gas, los hornos de dosificación automática y los sistemas de distribución calentados eléctricamente. La elección del horno depende del tamaño de la operación y de la frecuencia de los cambios de aleación necesarios.
La finalidad del tratamiento térmico es alterar o reforzar la estructura de los materiales mediante un proceso de calentamiento y enfriamiento. El tratamiento térmico puede aplicarse tanto a metales ferrosos como no ferrosos, incluido el aluminio. El método específico de tratamiento térmico elegido puede dar lugar a piezas de fundición con diferentes resistencias, resistencia a la temperatura, ductilidad y dureza superficial. Es un paso importante en el proceso de fabricación para garantizar que se consiguen las propiedades deseadas de las piezas fundidas de aluminio.
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