La temperatura de un horno de recocido puede variar significativamente en función del tipo de metal tratado y de los requisitos específicos del proceso de recocido.
En general, el recocido consiste en calentar el material por encima de su temperatura de recristalización pero por debajo de su punto de fusión.
En el caso de los aceros, este intervalo de temperaturas suele oscilar entre los 1.000 ºF y los 1.700 ºF.
4 rangos de temperatura clave que debe conocer
Tipos de recocido y temperaturas correspondientes
Recocido subcrítico: Este proceso se lleva a cabo a temperaturas entre 538°C - 649°C (1000°F - 1200°F).
Se utiliza cuando no se desea un cambio significativo de la estructura cristalina.
Recocido intermedio: Realizado a 649°C - 760°C (1200°F - 1400°F), este método implica cierta transformación a austenita.
Recocido completo: Es la forma más completa, con austenitización completa a 816°C - 927°C (1500°F - 1700°F).
Garantiza el estado más dúctil y libre de tensiones del metal.
Tipos de hornos y sus capacidades de temperatura
Hornos de cuba: Pueden alcanzar temperaturas de hasta 2000 °F y son versátiles para diversos tratamientos térmicos, incluido el recocido.
Hornos de cinta transportadora: Capaces de calentar hasta 2100 °F, estos hornos son eficientes para el procesamiento continuo.
Hornos de temple integral: Estos hornos pueden calentar hasta 1850 °F y están diseñados para una rápida transmisión del calor y una distribución uniforme de la temperatura.
Control de la atmósfera en el recocido
Las atmósferas controladas son cruciales durante el recocido para evitar la oxidación y la descarburación.
Esto es especialmente importante para los aceros inoxidables y los metales no férreos, donde el acabado superficial es crítico.
Proceso de temple
Para endurecer los aceros, se calientan por encima de la temperatura crítica superior, normalmente más de 900°C (1652°F), y después se enfrían rápidamente.
Este proceso es distinto del recocido, pero proporciona contexto sobre las capacidades de alta temperatura de los hornos utilizados en el tratamiento de metales.
En resumen, la temperatura de un horno de recocido depende del proceso de recocido específico y del material tratado.
En el caso de los aceros, las temperaturas suelen oscilar entre 1.000 ºF y 1.700 ºF, y los distintos tipos de recocido (subcrítico, intermedio, completo) tienen cada uno rangos de temperatura específicos para lograr los cambios metalúrgicos deseados.
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