Los dos métodos principales utilizados para evitar la corrosión de un metal sonrecubrir el metal con una capa protectora yel uso de inhibidores.
Recubrimiento del metal con una capa protectora:
Una de las formas más eficaces de prevenir la corrosión es aplicar una capa protectora a la superficie del metal. Este revestimiento actúa como una barrera entre el metal y el entorno corrosivo. Metales como el cromo y el zinc se utilizan habitualmente con este fin. Por ejemplo, el zinc se utiliza a menudo en la galvanización, donde se aplica al hierro o al acero para evitar la oxidación. El zinc corroe preferentemente el hierro o el acero, protegiendo el metal subyacente. Del mismo modo, el cromo se utiliza en el acero inoxidable para mejorar su resistencia a la corrosión. Estos revestimientos pueden aplicarse mediante diversos métodos, como la galvanoplastia, la deposición física de vapor (PVD) y la pulverización térmica. El PVD, por ejemplo, consiste en depositar una fina película de metal sobre un sustrato, lo que puede mejorar significativamente la resistencia a la corrosión de materiales como el aluminio, el cobre, el magnesio, el titanio y el hierro.Uso de inhibidores:
Otro método para prevenir la corrosión es el uso de inhibidores. Se trata de sustancias que, cuando se añaden al entorno corrosivo, reducen la velocidad de corrosión. Los inhibidores pueden actuar formando una película protectora sobre la superficie del metal o alterando las reacciones electroquímicas que conducen a la corrosión. Por ejemplo, en el contexto de los electrodos, los inhibidores pueden utilizarse para prevenir la corrosión causada por potenciales fluctuantes en el electrolito. La inhibición catódica es una técnica específica en la que se forma una capa de pasivación que impide el acceso a las sustancias corrosivas y ralentiza la reacción catódica. Este método es especialmente eficaz para reducir la velocidad de corrosión en el electrodo catódico. Los inhibidores pueden ser orgánicos o inorgánicos y suelen utilizarse en industrias en las que los metales están expuestos a entornos agresivos, como los sectores del petróleo y el gas, la automoción y la marina.