Por lo general, el recubrimiento PVD se considera mejor que otras técnicas de deposición de películas finas debido a su mayor dureza, durabilidad, resistencia a la corrosión y respeto por el medio ambiente. Sin embargo, es importante tener en cuenta el elevado coste y los requisitos operativos específicos asociados a los procesos de PVD.
Mayor durabilidad y resistencia a la corrosión:
Los revestimientos PVD son conocidos por su excepcional dureza y resistencia al desgaste. Esto los hace ideales para superficies sometidas a mucho uso y abuso. Los revestimientos pueden proporcionar una capa adicional de protección contra la corrosión, lo que los hace adecuados para entornos difíciles, como los cercanos a la costa o en entornos exteriores o marinos. Los revestimientos de PVD son cuatro veces más duros que el cromo, lo que aumenta su resistencia a los arañazos y la corrosión, y duran más que muchos otros revestimientos.Versatilidad estética:
Los revestimientos de PVD pueden aplicarse en varios colores, lo que ofrece una amplia gama de opciones estéticas. Esta versatilidad hace que los revestimientos de PVD no sólo sean funcionales, sino también visualmente atractivos, adecuados para aplicaciones decorativas como la ferretería doméstica.
Respetuoso con el medio ambiente:
Una de las ventajas significativas de los revestimientos PVD es su seguridad medioambiental. El proceso de revestimiento no emite sustancias químicas nocivas, lo que lo convierte en una opción más respetuosa con el medio ambiente que otros procesos de revestimiento como la galvanoplastia y la pintura. Este aspecto es crucial en industrias en las que el impacto medioambiental es una preocupación importante.Alto coste y complejidad operativa: