Los crisoles para uso en laboratorio son recipientes especializados diseñados para soportar altas temperaturas y reacciones químicas, utilizados principalmente en química analítica y preparación de muestras. Se fabrican con materiales inertes de alta temperatura, como el platino o el circonio, para evitar la contaminación de las muestras, especialmente cuando se trata de determinaciones de niveles de trazas y ultratrazas.
Tipos y materiales:
Los crisoles se diferencian principalmente por su aplicación, material y perfil. Pueden estar hechos de varios materiales, siendo comunes el platino y el circonio debido a su inercia y resistencia a altas temperaturas. La elección del material es crucial, ya que no debe reaccionar con las sustancias que se calientan o prueban.Formas y tamaños:
Los crisoles se presentan en una gran variedad de formas y tamaños, cada uno diseñado para aplicaciones específicas. Por ejemplo, los crisoles bajos y anchos son ideales para fundir metales debido a su gran superficie, que permite un calentamiento uniforme. Por el contrario, los crisoles altos y estrechos son más adecuados para reacciones químicas, ya que minimizan la superficie expuesta al calor, controlando así la reacción y reduciendo la evaporación.
Criterios de selección:
La selección del crisol adecuado implica tener en cuenta los requisitos técnicos específicos de la aplicación, incluidos los parámetros de temperatura, químicos y físicos. El crisol debe ser capaz de soportar las condiciones del experimento sin contaminar la muestra ni degradarse en las condiciones aplicadas.Aplicaciones: